Somos especiales. De verdad. Pensá esto: en el mundo hay más de 7 mil millones de personas y sin embargo nadie es igual al otro. ¿Lo único que tenemos en común? el cuerpo. El mismo que nos durará toda la vida y el que en muchas ocasiones no cuidamos como se debe.
“Falta muy poco para las fiestas, debo ponerme en forma”, “Encontré una nueva dieta extrema en Internet”, “Me siento muy hinchada, me pone mal verme así”. ¿Te suena alguna frase? Si la respuesta es no ¡en buena hora! de lo contrario, es casi tan normal haberla expresado como también escuchado de alguien cercano.
Es extraño que a las personas no les guste que le digan qué hacer con su vida; pero cuando de bajar peso se trata cualquier gurú tiene el don de la palabra y por semanas siguen al pie dela letra ridículas indicaciones. ¿Es necesario repetir que todo debe pasar por la aprobación de un profesional? Confiemos en los médicos que pasaron horas estudiando y muchas más atendiendo a gente como vos, como yo.
De hecho, subir de peso luego determinar una extrema dieta es tan común que hasta alguien inventó la expresión“peso rebote” para referirse a ese momento infernal. La doctora Renee Lim, especialista en alimentación con sede en Australia, bien se refiere al tema cuando pone sobre la mesa la difícil tarea de “mantenerse”.
“Una dieta no reemplaza una alimentación sana ni mucho menos el ejercicio continuo”, asegura. Incluso, señala que “no debes ser delgado para estar saludable”, ya que existe "salud en todos los tamaños". La buena salud y la buena forma física pueden lograrse independientemente del peso corporal (sí, ese numérito que muchos odiamos dela balanza).
Actualmente en el mundo se llevan adelante decenas de investigaciones médicas que apoyan la idea referida al tamaño del cuerpo, independiente a su peso. Con un fuertísimo enfoque en alimentos saludables, se estima que generar cambios en nuestra conducta potenciaría una mejor calidad de vida.
“Todo comienza en casa”, debería ser la frase cabecera para intentar desapegarnos de malas costumbres y hasta de culpas innecesarias. Concientizarnos sobre el tipo de alimentos que ingerimos y realizar movimientos con nuestro cuerpo es un pequeño gran paso para comenzar.
¿Ahora debo ir cinco horas por día al gimnasio? No. Tampoco el exceso es positivo. El equilibrio es la herramienta que los profesionales de la salud intentan coronar como el objetivo para cuidar el cuerpo, nuestro gran compañero.
Una mini guía de 5 opciones ricas en vitaminas:
Ricos en vitaminas del complejo B y vitamina E que son poderosos antioxidantes. Además aportan selenio, un tipo de mineral fortalecedor. ¿Cómo consumirlos? incorporando alguna parte en ensaladas, yogures o woks. Recomendación: al ser considerado un alimento que aporta muchas calorías en poco volumen, moderar la porción es importante.
Aporta vitaminas A, B6, C y E, las cuales son potentes antioxidantes aliados contra las arrugas. ¿Cómo consumirla? en combinación con ensaladas, como porción de desayuno o dip. Recomendación: como ocurre con los frutos secos, también se la considera alimento de alta densidad calórica. Por ende, la moderación es importante.
La verdura naranja que aporta muchas vitaminas y minerales, entre ellos, betacarotenos, el gran antioxidante que nos protege de la oxidación celular. ¿Cómo consumirla? cruda en trozos o rallada para aprovechar el máximo de sus propiedades. Pero también vale cocida al vapor o al horno junto a otros alimentos. Otra opción es de forma líquida, en jugos o batidos. Una recomendación: combinarlas con naranjas para un sabor más dulce.
Son ricas en omega 3, los ácidos grasos que previenen el envejecimiento prematuro. También aportan vitamina E y zinc, es decir los antioxidantes que combaten la inflamación, las arrugas y el acné. ¿Cómo consumirlas? en ensaladas, yogures, rellenos, budines. Recomendación: activarlas previo a su consumo para eliminar tóxicos naturales. Para esto se deja en remojo entre 2 y horas dependiendo la cantidad.
El alimento líder en vitamina C. Estimula la producción de colágeno que favorece la salud del pelo y la piel además de protegernos de los estados gripales. ¿Cómo consumirlo? Aderezo de ensalada, combinarlo con otras frutas para jugos, licuados o de manera simple con una limonada. Recomendación: en caso de jugo, agregar jengibre rallado.
Fuente: Dieta Club Cormillot y SAN (Sociedad Argentina de Nutrición)